lunes, 4 de octubre de 2010

La Traición como un Factor de Atraso

El que traiciona no tiene convicciones más que las resultantes de la ambición
desmedida, del egoísmo y el expansionismo personales.
El traidor no tiene como límites los valores, el afán colectivo por una noble causa, las ideas inamovibles enraizadas en el bienestar general. Su norte es el progreso propio, la idea fija de descollar a la fuerza, las metas estrictamente personales que desbordan el carácter humano desprendido y la vocación de un verdadero servicio público.
El traidor puede convenir en sacrificios inusuales, hasta espectaculares, pero, en su caso, tal conducta es coyuntural, atada a unos beneficios unilaterales a los que apuesta en silencio.
Mailyn Feliz Manzano
2007-0532

No hay comentarios:

Publicar un comentario